Falabella en Argentina: ¿aires de despedida?
- T+
- T-
Señora Directora:
Falabella comienza el repliegue en Argentina, cerrando más tiendas. Una más de una larga lista de empresas multinacionales (incluidas las multilatinas) que disminuyen sus posiciones en el país.
A ser honesto, Falabella tiene enormes desafíos propios del negocio, al encontrar dificultades para hacerle frente a la revolución del comercio electrónico. Sin embargo, Argentina le agrega condimentos propios que rematan la decisión. Es un país que ha hecho un culto de la multiplicación de impuestos. Lo más interesante es que el encuadre jurídico no resiste ideología. Ya no se trata de mayor o menor presencia estatal, se trata de un desmanejo administrativo de las sucesivas gestiones gubernamentales, cuya única capacidad creativa se reduce a incorporar nuevos impuestos sobre las empresas e individuos.
Hay países muy exitosos que tienen un Estado con fuerte presencia. Pienso en Suecia, Dinamarca o Finlandia. Esos países entendieron, sin embargo, que la recaudación no se puede hacer a costa de matar las empresas. Estas son el motor de la economía y, si las asfixian, no queda nada para repartir.
En esos países la presión impositiva sobre las ganancias empresariales no llega al 50%. En Argentina supera con creces el 100%. Sí, no es una broma de mal gusto, son datos del PwC reportados por el Banco Mundial: para hacer negocios en Argentina cumpliendo las leyes impositivas hay que dejar toda la ganancia y pagar un poco más. Y deberán ser actualizados, porque en el último presupuesto aprobado a fin del 2020 los legisladores se encargaron de aumentar el número de impuestos y sus alicuotas.
Falabella reduce su posición en Argentina, mostrando la impericia de toda una dirigencia política que ama tanto el poder como el statu quo.
Roberto Vassolo
Profesor Clase Ejecutiva UC